Después de dos intentos fallidos este verano boreal, la NASA ajustaba el lunes los preparativos finales antes del despegue de su nuevo megacohete hacia la Luna, ahora programado para el miércoles desde Florida, en lo que sería el gran comienzo del nuevo programa insignia de la agencia espacial estadounidense, Artemis.
Cincuenta años después del último vuelo de la nave Apolo, la NASA esta vez quiere establecer una presencia humana duradera en la Luna, con el fin de prepararse para un futuro viaje a Marte. La misión Artemis 1, un vuelo de prueba sin astronauta a bordo, representa la primera etapa.
El lanzamiento del cohete SLS, que debería convertirse en el más potente del mundo, está previsto para el miércoles a las 01H04 local (06H04 GMT), con una posible ventana de dos horas para su lanzamiento.
La cuenta atrás ya ha comenzado de nuevo en el Centro Espacial Kennedy, en el estado de Florida (sureste de Estados Unidos) donde la enorme máquina naranja y blanca sigue esperando pacientemente su vuelo inaugural.
El despegue está previsto a menos de una semana del paso del huracán Nicole, cuando el cohete enfrentó los fuertes vientos en su plataforma de lanzamiento.
El lanzamiento, sin embargo, está suspendido hasta una reunión final programada para este lunes: los funcionarios de la misión deben determinar el riesgo asociado con el huracán que dañó una fina capa de sellador al nivel de la cápsula Orion, ubicada en la parte superior del cohete. Se trata de evaluar si este material podría despegarse más en el momento del despegue y por tanto plantear un eventual problema.
Dos fechas alternativas son manejadas si fuera necesario: 19 y 25 de noviembre.