Una comisión del gobierno venezolano protestó este jueves ante la embajada de Argentina en Caracas la retención de un avión de carga en Buenos Aires y parte de su tripulación.

El ministro de Transporte, Ramón Velásquez, y diputados oficialistas en el Parlamento fueron recibidos por el embajador Oscar Laborde, a quien entregaron documentos de protesta por la retención en junio de un Boeing 747 de Emtrasur, filial de la aerolínea estatal Conviasa, blanco de sanciones en Estados Unidos.

“¡Devuelvan el avión y la tripulación!”, gritaron a las afueras de la delegación diplomática unos 35 trabajadores de Conviasa uniformados con camisetas y gorras de la empresa.

“Le entregamos al señor embajador unas comunicaciones para que las autoridades, los homólogos en Argentina nos sentemos a hablar, cual es la situación, buscarle la mejor alternativa y la mejor solución a esta problemática”, señaló Velásquez al terminar el encuentro.

“Esperamos que se imponga la verdad, que la justicia argentina reaccione, no lleve más esta situación plagada de ilegalidad a otros niveles de tal manera que nuestros tripulantes y nuestro avión estén de vuelta”.

El 747 entró a Argentina el 6 de junio con una carga de autopartes proveniente de México. Sin poder repostar combustible en Buenos Aires, en cumplimiento de las sanciones, partió el 8 de junio rumbo a Montevideo, pero las autoridades uruguayas negaron su acceso y tuvo que regresar al aeropuerto de Ezeiza, donde luego fue ordenada su retención por orden de un juez.

La justicia abrió una investigación contra la tripulación, compuesta por 14 venezolanos y cinco iraníes. El juez que lleva la causa permitió la semana pasada la salida de Argentina a 12 de los tripulantes, aunque esa decisión está siendo apelada.

Velásquez mencionó que los tripulantes son investigados por “espionaje y terrorismo”. “Aún no se les ha llamado a declarar, se les está violando su legítima defensa”.

El servicio de inteligencia paraguayo ya había vinculado a uno de los tripulantes iraníes con la Fuerza Al Quds, grupo de élite de los Guardianes de la Revolución de Irán clasificada como organización terrorista por Estado Unidos.

“No podemos declarar a unas personas terroristas, no podemos declarar que estaban haciendo espionaje utilizando informes de centrales de inteligencia que sabemos que son sesgadas”, continuó.

– “Rastrerismo con el imperio” –

Una corte estadounidense solicitó semanas después a Argentina la incautación del avión, argumentando que “se violaron las leyes” cuando fue vendido por Irán, también blanco de sanciones, a Venezuela.

La entrada de Estados Unidos al caso elevó el tono del chavismo, con discursos de protesta y manifestaciones callejeras.

Pedro Carreño, diputado oficialista que formó parte de la delegación, dijo que el embajador mostró “la mayor disposición” a colaborar.

Un día antes, en una sesión del Parlamento, Carreño arremetió contra la “actitud de rastrerismo con impresio norteamericano” del presidente argentino Alberto Fernández.

“Que demuestre si es un pelele del imperio, si es un títere del imperialismo o si verdaderamente gobierno esa país, y que se ponga en consonancia con las expectativas porque hasta ahora”, fustigó. “No es un problema de la justicia sino un problema político porque quieren seguir criminalizando a esta patria”.

La portavoz de la presidencia argentina, Gabriela Cerruti, señaló este jueves en su rueda de prensa semanal que esta declaración “no implica un incidente diplomático”.

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