La selección de Irán ganó 1-0 a Marruecos con un gol en contra de Aziz Bouhaddouz el tiempo de descuento, este viernes en San Petersburgo, y se permitió soñar con la clasificación en el complicado Grupo B, que comparte con España y Portugal.

Irán sumó un triunfo capital en sus aspiraciones de estar en octavos mientras Marruecos complicó su futuro en el torneo desde el primer día al tener que jugar aún contra los dos favoritos de la llave.

Saman Ghoddos

“Estoy muy decepcionado. Incluso si hubiera llegado aquí con un empate, estaría muy decepcionado (…) Los jugadores estaban abatidos (…) Es nuestra culpa, nos hemos crucificado”, dijo decepcionado el francés Hervé Renard, DT de los africanos.

Irán demostró por qué fue la primera escuadra en clasificar a Rusia-2018, firmando un encuentro inteligente y mostrando las armas que hicieron que Argentina solo pudiera derrotarla 0-1 en Brasil-2014 con un tanto de Lionel Messi en el 90+1.

Y eso que Marruecos había arrancado el partido con ganas de sentenciarlo en los primeros minutos. Los pupilos de Hervé Renard, conocedores de que era una final para ellos, salieron con atrevimiento, ímpetu y con la mayoría de sus futbolistas en campo contrario.

Así, acumuló hasta tres ocasiones de gol en los primeros 10 minutos: en la primera, Amine Harit lo intentó desde lejos (2), Younes Belhanda rozó el larguero con la cabeza (5) y Ayoub El Kaabi probó fortuna con otro tiro que estuvo a punto de entrar en el arco rival (9).

“Sabía que los marroquíes saldrían así durante los primeros 20 minutos. Después tratamos de romperlos psicológicamente, de frustrarlos”, señaló por su lado el portugués Carlos Queiroz, director técnico de Irán.

Los iraníes aguardaban rezagados, con 10 jugadores en su propio campo y Sardar Azmoun como único hombre adelantado.

No tenían prisa. Sabían que su momento iba a llegar y que lo único que debían hacer era frenar el arranque marroquí y esperar su momento.

El defensa de Juventus Mehdi Benatia tuvo dos remates a boca de jarro a la salida de un córner (18) pero, a partir de ahí, Marruecos se descompuso.

La impaciencia se apoderó de los africanos, que se veían impotentes al no haber podido materializar su superioridad, e Irán se fue sintiendo cómodo poco a poco.

De esta forma llegó su primera oportunidad, a través de una contra fulgurante que Sardar no supo concretar.

El delantero del Rubin Kazán fue una pesadilla para la zaga marroquí por su velocidad pero sus intenciones se quedaron solo en eso, al errar de nuevo un tanto claro, solo contra el arquero Monir El Kajoui.

– Segunda derrota en 48 horas –

Uno cargaba con el peso de la posesión y el otro trabajaba para penalizar con dureza cada error en la misma.

Marruecos había demostrado en los primeros compases que era técnicamente mejor pero su vulnerabilidad atrás y su imprecisión delante casi le hacían irse al descanso por detrás en el marcador.

La segunda mitad comenzó como la primera, con Marruecos inicialmente al ataque y diluyéndose poco a poco. Noureddine Amrabat, el mejor de los primeros 45 minutos, volvió a dejar su sello antes de dar el susto de la velada, con una caída que lo tuvo noqueado varios minutos y le obligó a abandonar el choque.

Renard, ganador de las Copas de África de 2012 con Zambia y de 2015 con Costa de Marfil, veía frustrado cómo los suyos lo seguían intentando hasta el final, sin suerte… mientras Irán no se rindió y su fe tuvo premio.

En el tiempo reglamentario, Aziz Bohaddouz firmó la segunda tragedia en 48 horas para su país, luego de perder el miércoles la organización del Mundial de 2026.

Irán se medirá ahora en su segundo partido contra España mientras Marruecos chocará frente a Portugal.

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