El pan de especias, las castañas y el vino caliente están preparados para colmar los mercados navideños alemanes, que este año parecen de nuevo amenazados por el aumento de casos de covid-19 en el país, para gran inquietud de los comerciantes.

En el Striezelmarkt de Dresde (este), el mercado navideño más antiguo de Alemania, la incertidumbre es absoluta a apenas cinco días de su apertura al público, tras haber sido cancelado en 2020.

“No puedo describir lo que estamos viviendo actualmente”, indicó a la AFP Karin Hantsche, que vende aquí el tradicional pan de especias desde hace 32 años. “No dormimos por las noches, estamos tensos y muy nerviosos”, añade.

Los mercaderes se afanan en la decoración de sus estands de madera para acoger al público a partir del lunes próximo.

No obstante, corren el riesgo de tener que desarmar en cualquier momento sus tenderetes. Frente a una nueva oleada de la pandemia, muy virulenta, Alemania prepara medidas para tratar de contener el repunte de covid-19.

Los vendedores esperan nerviosos estas decisiones, que podrían frustrar sus esperanzas. Múnich ya anunció la cancelación de su mercado navideño, uno de mayores del país, puesto que en la región de Baviera los nuevos casos de coronavirus se han disparado.

– Futuro de empresas en juego –

Para Hantsche, cuya empresa factura el 50% de sus ingresos durante el periodo navideño, la clausura del mercado de Dresde significaría un desastre. “No todos sobrevivirían a esto, y en mi caso, no estoy segura”, destacó.

“Estamos preparados para despedir de inmediato a todo nuestro personal si la situación pandémica así lo exige. Pero necesitaríamos algún tipo de compensación por los costos y, por el ahora no se prevé ninguna”, explica.

La alcaldía de Dresde debe evaluar la situación el 25 de este mes. El gobierno alemán y los primeros ministros de los 16 estados federados se reunirán el jueves para discutir un plan nacional para contrarrestar el repunte de coronavirus.

El índice medio de incidencia durante una semana en Alemania ha subido a más de 300 casos. En Sajonia (este), cuya capital es Dresde, ha aumentado hasta un nivel alarmante, de 759.

“La oleada que vendrá eclipsará a las anteriores”, advirtió por su parte el gobernador de este ‘land’, que antes integrara la RDA, Michael Kretschmer.

– Adaptarse –

Las ciudades intentan adaptarse a esta situación, reestructurando sus mercados navideños: en Leipzig, el alcohol será prohibido, en tanto que en Núremberg, el mercado se reducirá y descentralizará hacia otras partes de la ciudad.

Pero, sería imposible implementar estas medidas en el Striezelmarkt, por ejemplo, que no tiene un cerco perimetral ni tampoco un control de entrada al recinto, arguyen los comerciantes.

Antes de la pandemia, los mercados alemanes recibían a unos 160 millones de visitantes por año y sus ingresos fluctuaban entre los 3.000 y 5.000 millones de euros (entre 3.400 y unos 5.700 millones de dólares), de acuerdo a la asociación de comerciantes del sector. Las cancelaciones de 2020 provocaron grandes pérdidas económicas.

Markus Harich, quien vende desde hace tres décadas vino caliente en el Striezelmarkt, da los toques finales a su estand en tanto confiesa su aflicción. “No sabemos qué pasará. ¿Abriremos? ¿Cambiarán el reglamento?”, se pregunta.

Él también ha sufrido “noches de insomnio”, preocupado por el futuro de su comercio. “La mercadería ya fue solicitada, pero nadie nos brinda la menor información. Por ahora nos hemos quedado solos, en la nada”, se lamenta.

Vendedor de objetos tradicionales en madera, Ulrich Pötschke se prepara durante la mayor parte del tiempo para las fiestas de fin de año, puesto que “para nosotros la actividad más importante es durante la Navidad”, y se manifiesta sobre esta incertidumbre “muy, muy difícil” de enfrentar para los comerciantes.

       

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