La Habana, Cuba – 

El gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaron el lunes en La Habana su compromiso para continuar con “el buen desarrollo del proceso de paz”, días después de que la guerrilla declarara en “congelamiento” las negociaciones.

“Analizamos los avances en los acuerdos y los problemas que enfrenta la mesa de diálogos para la paz, frente a los cuales cada parte ha adquirido compromisos para el buen desarrollo del proceso de paz”, dijeron en un comunicado conjunto.

“Continuaremos con las actividades previstas en los acuerdos. Realizaremos una evaluación de las gestiones y compromisos durante el séptimo ciclo”, que tendrá lugar en Venezuela en abril, añadieron las partes después de una reunión de dos días en la capital cubana.

El 20 de febrero, esta guerrilla, la última de Colombia, cuestionó unos “diálogos regionales” con el ELN en el departamento de Nariño (suroeste), donde el gobernador local había anunciado conversaciones en esa zona para la primera semana de marzo, según una declaración a medios.

La dirigencia del ELN dijo entonces en un comunicado desde Cuba que ese diálogo local estaba “por fuera” del “proceso nacional” y desconocía a “la Delegación del ELN y la Mesa donde participa la Comunidad Internacional”.

“Al hacerse público tal montaje, disfrazado de diálogos regionales, el proceso entra en abierta crisis”, añadió entonces el grupo.

El nuevo compromiso surge de una reunión entre el 24 y 26 de febrero entre las partes en La Habana a petición de los países garantes que acompañan el proceso, indicó el comunicado.

 

– “Resultados positivos” –

“Saludo los resultados positivos y los compromisos adquiridos por las delegaciones” y “confío en que las partes seguirán avanzando en los acuerdos logrados y en la solución de los desafíos que se presenten a través del diálogo”, dijo de su lado Carlos Ruiz Massieu, representante Especial del Secretario General de la ONU en Colombia, en la red social X.

A principios de febrero, las dos delegaciones habían concluido en La Habana un acuerdo para prorrogar por seis meses el cese al fuego nacional, en vigor desde agosto pasado, en el que el ELN se había comprometido a suspender los secuestros.

Las delegaciones han sostenido seis ciclos de diálogo desde noviembre en Venezuela, México y Cuba en medio de turbulencias.

Los momentos de tensión han ido desde “paros armados” en los que los rebeldes ordenan a miles de personas a confinarse, hasta el secuestro del padre del futbolista Luis Díaz (Liverpool, Inglaterra), liberado diez días después; así como enfrentamientos con otros grupos armados.

El gobierno de Gustavo Petro, primer izquierdista en llegar al poder en Colombia, apuesta por una salida final dialogada a seis décadas de conflicto armado y violencia, luego del histórico acuerdo de paz de 2016 que desarmó el grueso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En armas desde 1964, el ELN tiene un pie de fuerza de unos 5.800 combatientes y una amplia red de colaboradores, según inteligencia militar.

Aunque cuenta con un mando central, sus frentes son autónomos en el campo militar, lo que según expertos dificulta las negociaciones.

Colombia vive un conflicto armado que en más de medio siglo ha dejado 9,5 millones de víctimas, la mayoría desplazados. La cocaína, combustible de la violencia, toca récords históricos en el mayor productor de esa droga.

 

lp/jb/mel

© Agence France-Presse

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