Reino Unido organizó el viernes conmemoraciones en honor de las 270 personas que hace 30 años murieron en la explosión de un avión sobre la ciudad escocesa de Lockerbie, en el peor atentado jamás perpetrado en el país.

Once personas murieron en la pequeña localidad de Lockerbie, además de los 259 pasajeros y tripulantes que se encontraban a bordo del Boeing 747 de la compañía Pan Am que despegó del aeropuerto londinense de Heathrow con destino a Nueva York el 21 de diciembre de 1988.

“En este trágico aniversario, mis pensamientos están con las familias de quienes perdieron la vida y con los habitantes de Lockerbie”, declaró la primera ministra británica, Theresa May, en Twitter.

También la reina Isabel II mandó un mensaje de apoyo.

Se organizaron asimismo homenajes en Estados Unidos, en la Universidad de Siracusa, en el estado de Nueva York -donde estudiaban 35 de las víctimas-, en el cementerio nacional de Arlington y en la sede del FBI.

El régimen del fallecido Muamar Gadafi reconoció oficialmente en 2003 su responsabilidad en ese atentado y pagó 2.700 millones de dólares en compensaciones a las familias de las víctimas, en el marco de una serie de medidas de acercamiento a Occidente.

Una única persona fue condenada, el libio Abdelbaset Alí Mohamed al Megrahi, que siempre afirmó ser inocente. Condenado en 2001 a 27 años de prisión, fue liberado en 2009 por motivos médicos y murió tres años después en su país.

El pasado mayo, su familia pidió a la Comisión Escocesa de Revisión de Condenas Penales que examine su caso.

“Muchos creen que Megrahi fue víctima de un error judicial y acusan a Irán de haber ordenado a un grupo sirio-palestino que lanzase un ataque en represalia después de que un Airbus iraní 655 fuese abatido el 3 de julio de 1988 por el ‘USS Vincennes’ matando a 290 personas”, afirmó el abogado de la familia Megrahi, Aamer Anwar.

La tripulación de ese navío de guerra estadounidense, que disparó dos misiles contra ese Airbus de Iran Air, afirmó haber confundido al avión con un caza iraní.

“El único lugar para determinar si se cometió efectivamente un error judicial es el tribunal de apelación, donde se pueden examinar las pruebas de forma rigurosa. Esperamos que pueda tener lugar el año que viene”, dijo el abogado.

 

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