La población indígena de Brasil aumentó 89% entre 2010 y 2022, a casi 1,7 millones de personas, un crecimiento mucho más rápido que la población nacional, según los resultados del censo publicados este lunes.

Los indígenas representan el 0,83% de los 203 millones de habitantes del mayor país sudamericano, frente al 0,47% registrado en el censo anterior, de acuerdo con el instituto nacional de estadística, IBGE.

Sin embargo, el IBGE dijo que la comparación de las cifras de 2010 y 2022 era “limitada”, porque para el último estudio envió censistas a más reservas indígenas y utilizó una nueva metodología, preguntando a las personas de todas las comunidades nativas si se autoidentificaban como indígenas.

La población general de Brasil creció un 6,5% entre 2010 y 2022, a 203,1 millones.

Las más de 700 reservas indígenas del país albergan a 689.000 personas, dijo el IBGE.

La mayor, la reserva Yanomami en la selva amazónica, tiene 27.000 habitantes.

Las cifras surgen en medio de un debate clave en Brasil sobre las tierras indígenas.

La Corte Suprema está tramitando actualmente el llamado “juicio del siglo” que decidirá si es o no constitucional considerar reservas indígenas tierras donde las comunidades nativas no estaban presentes en 1988, cuando se ratificó la Constitución actual de Brasil.

La cámara baja del Congreso aprobó un proyecto de ley en mayo para establecer ese límite a la homologación de tierras.

Pero los activistas dicen que esa regla viola los derechos de los pueblos indígenas, dado que muchos fueron expulsados de sus tierras ancestrales, especialmente bajo la última dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985.

El presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el cargo este año, reanudó la designación de nuevas reservas indígenas en abril, luego de una pausa bajo su predecesor de ultraderecha, Jair Bolsonaro (2019-2022).

Bolsonaro, un aliado de la agroindustria que presionó para abrir las tierras indígenas protegidas a la minería y la industria, argumentó que las reservas indígenas de Brasil, el 11,6% del territorio nacional, son “demasiada tierra para muy pocos indígenas”.

Científicos destacan, sin embargo, que garantizar los derechos territoriales de los pueblos originarios es una barrera eficaz contra la destrucción de la Amazonía y otros bosques, recursos clave contra el cambio climático.

jhb/msi/app/ll

LAGA UN KOMENTARIO

Please enter your comment!
Please enter your name here