Los investigadores portugueses descartaron la pista “terrorista” en el ataque con arma blanca del martes en un centro musulmán chiíta en Lisboa, que dejó dos personas muertas y una gravemente herida, dijo el miércoles el director de la policía judicial, Luis Neves.
“No hay indicios de que se trate de un ataque terrorista” o de una “radicalización” del sospechoso, dijo Neves, indicando que todas las pistas “parecen mostrar que se trata de un crimen común”.
“Lo que puede estar en cuestión aquí, pero solo una evaluación psiquiátrica podrá determinarlo, es que se trata de una crisis psicótica”, añadió, especificando que la investigación continúa.
Según varios testimonios, el sospechoso, un refugiado afgano, estaba tomando clases de idiomas el martes en un centro ismaelí, una comunidad musulmana chiíta. Su comportamiento cambió después de recibir una llamada telefónica.
Armado con un cuchillo grande, primero hirió gravemente a un profesor, antes de matar a dos mujeres empleadas en este centro y luego fue neutralizado por la policía, que usó un arma. El hombre está ahora hospitalizado en la capital portuguesa.
La comunidad de musulmanes chiítas ismaelitas tiene su sede mundial en Lisboa y su líder espiritual, el Aga Khan, obtuvo la ciudadanía portuguesa en 2019.
Los ismaelitas, una corriente minoritaria del islam chiíta, forman una comunidad de entre 12 y 15 millones de personas repartidas en treinta países. En Portugal tienen unos 8.000 miembros.
© Agence France-Presse